Y fue ese olor a romero del campo, a Domingo de Ramos, fue como un susurro al viento cuando lo imaginé … el duende me vino a ver, el duende me lo regaló …. ENSUEÑO.
Esta colección lleva enredado el color buganvilla de los atardeceres, el aleteo del colibrí en sus mangas, el salmón de las caracolas entre los encajes. Lleva impregnado el azul del amanecer, la bruma de la mar salada de esta nuestra Andalucía. Tarantas, milongas y soleares bailaron entre costuras, seguidillas, tangos y peteneras acariciaban nuestros dedos cual notas colgadas de cuerdas de guitarra.
Esta inspiración nace en un momento difícil, donde valoramos lo realmente importante, nuestra esencia. Este año necesitamos más que nunca creer y dar lo mejor de nosotros, lo mejor de cada corazón que compone nuestro atelier, cada mano experta, cada puntada. El mismo de saber que lo que cosemos, perdurará generación tras generación.
Mis mayores, eternos ángeles, nacieron y disfrutaron de esta bendita tierra y mis hijos llevan la savia de aquí, por tanto, tenía que inspirarme en lo que soy en mis raíces.
Este año, cumplimos dos décadas creando ilusiones a los niños y niñas en uno de los días más importantes de sus vidas. Por ello, estamos orgullosos de decorar su inocencia con bordados y cordones de seda, llevándose en ellos, una brizna de todas nosotras formando parte de sus recuerdos.
En nuestro taller mimando con esmero cada adorno y lo impregnamos de la impronta del trabajo bien hecho.
Todos los diseños de nuestra firma tienen un estilo inconfundible, los niños y niñas que los visten lo hacen sin duda con una estética con nombre propio, Mercedes de Alba.